Ahora te toca a vos...

El mundo parecía conspirar para que Nacional no se metiera, tras 21 años, en el selecto grupo de los mejores 4 equipos del continente, y paso a explicar...
En primer lugar la gripe, que atacó a gran parte del plantel, sobre todo a aquellos en los que recae la generación del fútbol del tricolor (Nico Lodeiro, Matute Morales, Álvaro Fernández, Federico Dominguez, Marcos Mondaini), se puso la camiseta verde del Palmeiras.
En segundo lugar, la remontada del conjunto paulista en el torneo local; la realidad de los verdes (se merece un post aparte la hermosa camiseta de los del Parque Antártica) cambió radicalmente, lo que cambiaba el panorama con el que los jugadores se habían vuelto tras el empate en San Pablo.
En tercer lugar, y fundamentalmente, la noche poco inspirada en cuanto a volumen de juego que tuvieron los locales, el partido de Nacional fue chato, muy chato. No se propuso absolutamente nada y por momentos daba la sensación que se estaba jugando sin mediocampo, ya que la linea de 3 se transformaba en linea de 5, y a su vez Arismendi cubría huecos del extremadamente desordenado Mathías Rodríguez dejando así a Oscar Javier Morales absolutamente solo en el mediocampo viendo pasar la pelota dominada por los norteños, a los cuales rara vez se les caía una idea, pero daban la sensación de que en cualquier momento se podían poner en ventaja.
Por último el arbitraje, que fue malísimo no daba las garantías necesarias, si bien los principales fallos no eran en jugadas clave, parecía que en cualquier momento se podían pagar grandísimas consecuencias de un error de la terna ecuatoriana.
La cuestión es que Nacional jugando su peor partido en lo que va de esta edición de la Copa Santander Libertadores se metió en semifinales y el Estadio Centenario, vestido para la ocasión festejó a lo grande. Es de destacar también el excepcional recibimiento con el que todo el estadio dio la bienvenida al equipo, realmente no recuerdo otro similar.
Ahora el tricolor espera rival, y este sale del encuentro de mañana entre Defensor Sporting y Estudiantes de La Plata. Los violetas están ante una posibilidad histórica y, de clasificar, estaríamos asegurando un equipo uruguayo en la final, un soplo de aire fresco para el nuestro fútbol, aunque con consecuencias negativas esperables (imagínense a Gorzy con el bombo recorriendo los programas, que luego van a repetir Bendita TV, Telemental, etc.)
Un dato interesante es que de darse esta situación se sucederían al menos 4 encuentros consecutivos entre Nacional y Defensor entre Copa Libertadores y finales del Campeonato Uruguayo, pudiendo estirarse la seguidilla hasta 8 partidos (a esta altura el campeonato se definiría a fines de julio, y ni les cuento la liguilla, la cual podría llegar a jugarse incluso despues de comenzada la Copa Nissan Sudamericana, torneo para el cual la liguilla es clasificatoria)